Quien escribe

jueves, 7 de julio de 2011

Narices frías

El invierno tiene ese no sé qué que de vez en cuando atrae, y otras veces repele. Quizás sus cielos sean tan atractivos que hacen olvidar el abrumador e insaciable día frío que cada vez se hace más corto, ese que también parece difícil combatir. No alcanzan camperas, bufandas, gorros, ni un campo de ovejas entero. Aunque no deja de ser una buena oportunidad para estar abrazado a un gran peluche, acurrucarse en la cama, taparse hasta que no se nos vea y temblar hasta que las partecitas frías de las sábanas se tornen cálidas. El sol comienza a hacerse ajeno a las jornadas, y las noches se avecinan más temprano. Y nos marea. Y nos separa de aquellas fechas donde el día parecía eterno. Hoy me despierto e, inmediatamente, tengo que volver a amodorrarme. Es incómodo. Me pierdo. Escribo. Leo. Escucho. Miro. Así y todo, tengo frío. Necesito de VOS. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario