Quien escribe

viernes, 1 de julio de 2011

Entender

Sorpresas que llegan sin previo aviso y son como puñaladas sin anestesia. Quizá se dicen sin sentido, pero duelen, y mucho. Y me imagino como una planta en invierno marchitándose con el paso del tiempo, sin recibir una lágrima de agua que la ayude a poder decir: "quiero seguir adelante". Como los diálogos en los cuentos que atrasan la lectura y la hacen frenar, así me siento con cada palabra que me llega: no puedo avanzar. Es así. Buscar las profundidades, la oscuridad y quedarse allí sin querer ver qué pasa en el exterior. No escuchar, no observar, no poder emitir un hilo de voz. No permitirme hacer lo que más quiero, que es estar con vos, pero de mil formas distintas. Y no puedo. Y sin embargo "querer es poder", aunque éste no es el caso. Sólo me acompañan las mañanas frías, los cielos incoloros y los vientos ásperos. Siempre sea por el bien de cada uno. "Bien", si así se puede llamar a algo que no se comparte de a dos. Las responsabilidades son prioridad, pero la distancia creo que es más importante aún. Y vuelve el miedo... A pesar de todo, dejo pasar el tiempo a la espera de alguna respuesta que me haga "seguir adelante", que me haga estar conforme y no arrepentirme de la decisión tomada; que me haga sentir segura, día tras día, de que lo que siento verdaderamente es amor y que todo es gracias a VOS.

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